“Gracias a Confianza desarrollé mi pastelería que me da tranquilidad”

Cuando Olga Mazzini comenzó a preparar leche asada los fines de semana, en un horno que heredó de su hermana y como una actividad extra a la confección de ropa, no imaginó que en poco tiempo, gracias a la sabrosura de sus postres, esta actividad se convertiría en la materialización de un sueño: tener una pastelería propia que le dé tranquilidad.

Olga pasó de preparar postres para cuatro juguerías, a repartir docenas a una veintena de clientes nuevos. Así, fue sumando cafeterías, kioskos de colegios, hospitales y otros negocios cercanos a universidades, tanto en Ate como en Santa Anita. Y como toda emprendedora que desea seguir creciendo, necesitó un préstamo y así llegó hasta Financiera Confianza, y a su asesora Patricia Rubio, quien apostó por ella desde que la conoció, desde que probó su primer postre.

“Yo vi a la señora Olguita muy trabajadora, siempre ha estado preocupada por lograr lo mejor para sus dos hijas, quienes ahora la ayudan en su negocio. Ella fue una de mis primeras clientas cuando empecé en Financiera Confianza, y he visto cómo ella pasó de hacer sus pasteles en el horno de su cocina a convertir su sala en su fábrica de pasteles”, recuerda Patricia.

Pero quizá el momento en el que se consolidó la confianza entre ambas fue cuando Olga necesitó un crédito para comprar un vehículo que la ayudara a entregar a tiempo sus postres. Tocó varias puertas, pero todos le decían que no, porque era mujer, porque su casa no estaba a su nombre, o porque era un monto muy alto para ella. Una de sus hijas le dijo que le pregunte a Patricia, y gracias a que ella conocía su esfuerzo de cerca, hizo posible ese crédito.

“Si no hubiera sido por Patricia, y Confianza, no estaría como estoy ahora, quizá me hubiera demorado más, me hubiera costado más. Ahora tengo mi pastelería que era mi sueño, y eso me da tranquilidad”, cuenta Olga, destacando así la relación de casi una década que tiene con Patricia, a quien considera “una amiga de Confianza”.

Con los siguientes créditos en Financiera Confianza mejoró su casa para convertirla en su totalidad en la pastelería de sus sueños, y también pudo construir un departamento donde ahora vive, cerca de su negocio.

Su pastelería “Mazzini” ya ha conquistado el paladar de muchos negocios que ahora la buscan para hacerle pedidos constantes. Si al inicio se despertaba a las 3 de la madrugada y trabajaba hasta muy noche, ahora tiene cuatro empleados a quienes dirige para mantener la calidad de siempre. Un día de estos se levanta a las 5 de la mañana y al mediodía ya deja de trabajar, para solo supervisar su negocio. Tiene, además, a sus dos hijas comprometidas con la pastelería: la mayor que la ayuda con las ventas, y la menor en la administración.

Olga Mazzini está convencida de que la relación con su asesora Patricia ha sido fundamental para su desarrollo, y considera que es importante establecer estos lazos de confianza para seguir creciendo.